Autora: Magdalena Stover

21 seres, pin (3x4x5cm) y broche(5x2x6cm).
Madera, semillas, flores secas, bronce, alpaca, cobre. Construcción y soldadura.

Existen porque necesitaba crear un pequeño refugio íntimo de encuentro con la naturaleza entre tantos motores aturdiéndome. Existen porque frente a tanta soledad y hormigón emergieron paisajes y seres miniatura que comenzaron a acompañarme. Existen porque amo lo diminuto, íntimo y descubrir desde esa mirada de asombro de niña. Del caminar y encontrar pequeñas joyas de la naturaleza y soñar quiénes las habitan. Cada uno construye su propio hábitat, su propia imagen, es un pequeño universo luminoso.

Quise construir todas esas pequeñas inmensas diversidades. Cada uno habla de sus fortalezas y debilidades. De sus luces y sombras. De la vulnerabilidad y fragilidad. De lo sutil y sensible. Del silencio, detenernos, parar y observarnos. Su misión es encontrar nuestra esencia, reencontrarnos en lo individual para abrirnos en comunidad y construir vínculos más amables.

21 seres, pin (3x4x5cm) y broche(5x2x6cm).
Madera, semillas, flores secas, bronce, alpaca, cobre. Construcción y soldadura.

Texto y obra de Magdalena Stover

Fotografías de Vanesa Gato

 Y mañana, el espejo tratará de devolvernos aquel rostro que fuimos

¿Quién puso estas cajas aquí?
Un camino vacío. Árboles dispersos, ninguno dando frutos.
Un cielo lleno de nubes que no van a dar lluvia.
Ninguna señal de vida humana.
Y, sin embargo, estas cajas.

Richard Gwyn

Muestra del Taller La Nave en el marco de la III Bienal latinoamericana de joyería contemporánea Abrancancha.
MARQ. Museo de Arquitectura y Diseño de la Sociedad Central de Arquitectos

Sin duda, estamos en momentos de cambios civilizatorios, en donde el ser humano está puesto en el banquillo de las preguntas incómodas. Preguntas que vienen seguramente desde muy atrás y otras que se agregan en estos tiempos tan complejos. Podríamos ensayar una primera: ¿se puede hacer joyas hoy?

Seguramente la respuesta sea “sí”, pero tal vez, más que nunca, estas joyas no puedan ser inocentes de las realidades que nos rodean, que nos inundan, que respiramos y hasta nos cubren. Tal vez sea momento de fundar nuevas miradas.

Entonces, este contexto actual puede ser propicio para imaginar escenarios que además de objetos joyas, puntuales, agreguen otros códigos de comunicación, o se combinen con la formulación de preguntas y en la búsqueda de respuestas.

¿Por qué no mirar a través del tiempo, y construir una escena para invitar a la complicidad del espectador y acercar posibles diálogos? Una escena donde los objetos conversen, vengan a participar, a aportar miradas, puntos de inflexión y de reflexión con un entorno, con nosotros y con un público accidental pero no ingenuo, frente a dudas y preguntas como ¿qué significa el hacer?, y frente a unas pocas certezas, como la convicción de que hay que abrir el juego, y más en estos tiempos.

A partir de esta idea, buscamos construir escenas que cuenten nuestras historias, como espejos de nuestras imágenes mentales. Pero ¿cómo acercarnos a un espejo? Es un ejercicio cotidiano, del que muchas veces huimos rápido, antes de que nos lleguen las imágenes de un pasado o de seres que traemos hacia nuestro presente.

Al acercarnos, el espejo tratará, con su mejor empeño, de devolvernos una caricia para enfrentar las noches.

¿Las joyas qué harán?

Jorge Castañón

Participantes de la muestra:
Alejandra Agusti, Marcela Arroyo, Cecilia Besada, Vicky Biagiola, Nora Capitman, Rocío Carboni,
Yamila Cartannilica, Graciela Di Mónaco, Valeria Dowding, Nélida Ferrari Lazar, Sol Flores,
Fernanda Gómez, Alejandra González, Elisa Gulminelli, Lía Alix Junco, Elida Kemelman, Susana
Laguna, Ana Catalina Lavarello, Laura Leyt, Liliana Macklin, Pablo Marco, Patricia Mogni, Cecilia
Mortola, Maria Alejandra Oyón, Patricia Mónica Rodriguez, Elisa Rosales Juega, Silvia Sherriff,
Magdalena Stover, Jorge Castañón.